CARTA A LOS REYES...
Desafortunados Reyes Magos, a cuantos
Desafortunados Reyes Magos, a cuantos
¿Como puede entender un niño que en
lugar de una bicicleta, año tras año, recibe un juego de té, una pelota, una lámpara
o la taza para el desayuno?…
¿Qué parte de la carta no entendieron
recurrentemente?
¿Cual es el motivo que los lleva a
alimentar su fantasía con tal crueldad?
Sentirse que es inmerecida su petición,
ya que nuevamente ha fallado. Creyó portarse bien, tenía aprendido su deber.
Año a año fue acrecentando el deseo de
poseer ese objeto, tantas veces negado.
Ese día vería varias bicicletas dejadas
en otros zapatos.
¿Por qué se le negaba?, ¿cuál sería la
fórmula?, ¿más pasto?, ¿más agua?, ¿zanahoria?
En los últimos años, crédulos, ya no le
interesaba poner los zapatos, ni el ritual que le seguía, en otro lugar
encontrarían algo mejor para saciar el hambre y la sed y niños que se habrían
portado mejor.
Entre la desilusión propia y ajena y la
alegría ajena, fue detestando el Día de Reyes.
¿Por qué provocarle tanta tristeza a un
niño?… una coraza se construye.
¿Por qué no decirle que los Reyes le
traerán lo que sus padres puedan pagar?... disminuiría su dolor y su esfuerzo
por entender por qué se le negaba.
De futuro no pediría bicicletas.
Se sorprendería si se la dejaran.
Comprendería a los Reyes Magos.
Se sorprendería si se la dejaran.
Comprendería a los Reyes Magos.