miércoles, 4 de enero de 2012

5:05AM03012012

Barreras... las hay de diferente índole.
Las barreras del pensamiento... las mejores y las peores... las de la imaginación... las insalvables, imposibles de cruzar, se presentan contundentes, abrumadora-mente convincentes, reales. ¿Como traspasarlas? si se nutren de los mas variados pensamientos.
Como tormentas se descargan, después de formarse, tomando todo a su paso, materia diversa, de la que luego se muestra a-penas una parte.
Las barreras se nutren de nosotros mismos, crecen según nuestra medida, el pensamiento se reafirma, busca confirmar su propia regla, de ello depende su existencia. ¡Oh barrera! ¡Cuantas formas!¿Cuantas corazas inventas?
Cruzar barreras, posibilidad de modificar nuestro pensamiento, pensar diferente, crear nuevos pensamientos, partir de lo complementario de los supuestos opuestos, unos no existen sin los otros, son su materia prima. Todo es Uno. Cuando esto ocurre, no es necesario cruzar barreras, no existen, solo estamos allí en un solo lugar, donde el tiempo y el espacio son lo mismo, no hay movimiento, no hay recorrido, no hay un cruzar..., es simplemente estar... sin pensamiento previo... sin acción previa... sin modificar la acción sujeta al pensamiento...sin pasaje, la frecuencia es la misma, sentir.., sin poner barreras. Sentir diferente.
Es en la forma en que sentimos la que nos pone en un encuentro, nos encontramos mutuamente, no hay un cruzar para acercarse. Solo hay encuentro...
I. D. C