viernes, 30 de diciembre de 2011

Lo efímero de la Virginidad

El cuerpo se protege. Desarrolla defensas. Se mantiene alerta. Conoce su debilidad. Es efímero.
No es ajeno a lo otro, a lo no propio, se mezcla y se redefine. Se modifica, se alimenta de sí mismo. De lo igual y de lo diferente.
Su naturaleza, materia perfecta, incontaminada, recibe lo inevitable, que sin control, invade, arremete con fuerza, con determinación. Se resiste, pero acepta en su condición mas débil. Su fortaleza.
Su energía y su materia se rehace en su rol de contenedor y contenido.
Adán y Eva castigados, condenados al destierro, exiliados del paraíso, condenados a seguir comiendo del árbol del saber.
El desafío fue con Dios.
La eternidad fue despreciada por lo efímero.
La gloria del tiempo de los dioses Kairos, Creación, fue sustituido por lo momentáneo, a la medida del tiempo de los hombres Kronos, que se consume con él.

Isabel Domínguez
26 de octubre de 2010